Al servicio de la reina – las trencas en los tiempos de guerra
Como muchas prendas que son tan populares hoy en día, la trenca llegó del guardarropa militar. A lo mejor, sus calidades perfectas ayudaron a ganar numerosas batallas — es que este abrigo extraordinario abrigaba, defendía de caprichos de tempestad y unía a muchos soldados.
En la tierra firme y en el mar
Inicialmente la trenca fue creada para marineros ingleses militares. Cada su detalle fue destinada para el uso práctico en las condiciones severas del servicio de la marina. Por ejemplo, era muy fácil abrochar y desabrochar los botones grandes y las presillas colgantes que no eran numerosas sin quitar manoplas lo que significaba que las manos no sentían frrío.
La capucha voluminosa que por su forma parecía a un cubo se ponía sin problema sobre gorra sin causar pausa alguna. Los bolsillos cabían casi todos los bienes de un marinero: mapa, pipa, anteojo o catalejo, brújula — todo lo que quiera.
Y lo más importante es la tela. La lana densa y abrigadora duffle era capaz de conservar calor hasta en los fríos mas fuertes y al mismo tiempo lograba contrarrestar todas las astucias del tiempo: no los importaba los abrigos el ventarrón ni diluvio con granizo ni nevada.
Así es la guerra y ninguno toma en cuenta las condiciones del tiempo. Por eso todas las calidades útiles de las trencas sirvieron no sólo a marineros sino también a infantería y muy pronto casi todos los soldados ingleses llevaron los abrigos iguales.
Unidos por el espíritu
Pero además de los motivos prácticos las trencas ayudaban a unir el espíritu del ejercito de la Gran Bretaña. Por más señas lo hizo la única trenca — el abrigo de general Montgomery. Este simple vestido llevó tras de sí miles de personas como las que directamente estaban a las órdenes de su dueño tanto las que simplemente adoraban esta persona.
Monty, como llamaron con cariño al general, era un verdadero ingenio militar — y todo lo genial es simple. A pesar de su cargo alto Montgomery no se difería por su aspecto de cualquier soldado inglés ordinario, llevó la misma trenca que un marinero raso. Como se puede notar esto no impidió al general ganar batalla tras batalla en nombre de la Gran Bretaña y, puede ser, esto le ayudó.
No es asombroso que Montgomery obtuvo popularidad increíble entre los soldados. Todos entendían que esta gran persona no evita de lo que el estado abastece los soldados ordinarios y con esto se hizo familiar a cada uno de ellos.
Seguían Montgomery con mucho gusto, le copiaban, le adoraban, le admiraban y esto unía el espíritu de todos los soldados y oficiales que luchaban por victoria. Y en esto su papel desempeñó la trenca — de verdad, ¡es un abrigo asombroso!