La trenca Gloverall: historia de una tradición «acogedora»
Los britanos, como los habitantes de cualquier país con historia rica y larga, tienen sus tradiciones para cada caso. Existen platos y bebidas tradicionales que además tienen su tiempo apropiado, hay peinados tradicionales, prendidos y vestidos. Comprar una trenca Gloverall es una de tales tradiciones muy dignas.
Un «inglés» nacido en bélgica
El abrigo recto de lana con capucha honda y botones-colmillos recibió su nombre ya en los timpos de la Primera guerra mundial.Su nombre en inglés “duffel coat” proviene del nombre del pueblo bélgico Duffel que tuvo fama por la producción de la tela túpida de lana duffel. Este tejido conservó bien el calor gracias al cardado ya que el primer abrigo con capucha fue hecho precisamente de este tipo.
Las particularidades de este talle están condicionadas solamente a la practicidad — abrigo cruzado fue destinado a los marineros de la marina británica. El largo de tres cuartas defendía de agua y viento pero no molestaba los movimientos. La capucha honda debía ser puesta sin esfuerzos por encima del casquete. El tamaño y la forma de los botones permitían desabotonar la ropa de calle en guantes o manoplas. Los bolsillos grandes de parche además correspondían a las necesidades de los marineros. Y el cordón en cuello fijaba la bufanda sin dejarle desenrollarse en ventoleras. En este párrafo pueden leer más sobre la historia de la aparición y desarrollo de la trenca.
Gloverall: del servicio en la marina a la vida pacífica
En la Segunda guerra mundial las trencas hicieron el servicio verdadero, y tras de la victoria el vestuario restante del ejército lo adquirió la empresa de Harold Morris Gloves and Overalls.La aplicación militar de esta ropa de calle no era actual más, por eso las trencas se trasladaron a la vida pacífica de los ciudadanos británicos.
La empresa tenía una gran experiencia en comercio al por menor en el pasado. Comercializaba monos, guantes y otras prendas de cuero y algodón. De este modo el patrimonio consistente de gran cantidad de trencas cayó en manos apropiadas. Más o menos en el mismo tiempo la empresa cambió su nombre por un más lacónico y sonante — Gloverall.
Originariamente la empresa fue orientada hacia las ventas solamente al púlico masculino. El cinematógrafo hizo aportación en la popularización de la imagen con arreglo a sus fuerzas. La película “Mar cruel” y el protagonista alentado vestido de trenca tocaron en lo hondo del corazón a los espectadores. Después de la distribución de la película la demanda de abrigos de lana con hechura de este tipo aumentó tanto que la empresa Gloverall industrializó la producción de ropa “alentada” de calle.
La ola de los enamorados de talle versátil y estiloso en los años 70 tocó los estudiantes. La trenca se hizo uniforme de los estudiantes protestantes parisinos y parte del vestuario invernal de los miembros de la Ivy League.
En la moda de trencas no hubo altas ni derrumbes significativos. Practicidad, comodidad y diseño inhabitual le permitieron a la trenca siempre ser presente en la industria de moda. En los últimos años la concepción de talle se hizo más liberal. Muchas veces en el podio aparecen modelos masculinos y femeninos estilizados.
Muchas marcas distinguidas incluyen trencas en su línea de producción. Sin embargo, lo más clásico tidavía se considera comprar una trenca de Gloverall. Su alta calidad y comodidad siguen justificando las esperanzas de compradores.